Algún día me gustaría participar en un triatlón. Correr para mí no es un problema, con la bicicleta me defiendo bastante, pero en la natación es donde tengo mi punto flaco.
De pequeño hice cursillos para aprender a nadar y mas tarde mis padres me quisieron apuntar al club de natación. Fui el primer día y cuando vi que había que estar todo el rato dando vueltas en la piscina, me pareció que era muy aburrido y ya no quise ir nunca mas.
Ahora me arrepiento de aquella decisión de niño pequeño que solo quiere jugar. Hubiese aprendido la técnica necesaria para nadar tranquilamente sin tener que parar cada 25 metros a descansar.
Y es que mi técnica a simple vista parece buena, pero con las piernas no consigo avanzar nada y tengo que hacer todo el esfuerzo con los brazos. Si a esto le unimos que tengo que fortalecer el tronco superior porque no lo trabajo lo suficiente, da como resultado que al acabar una piscina estoy exhausto y no puedo con la siguiente si no paro unos segundos a descansar.
Esta mañana he ido al gimnasio aprovechando que tenía una invitación y después de hacer algunas pesas y abdominales, he nadado unos 300 metros. Cada 25 metros paraba y la sensación que me ha dado es que como no haga un cursillo de perfeccionamiento, me puedo ir olvidando del triatlón.
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