CROS DE CANET DE MAR

Este pasado Domingo, pese a mi lamentable estado de forma, me presente en el Pla de Can Sala de Canet de Mar para disputar la 5ª prueba del Circuit Maresmenc de Cros.

La distancia a recorrer en la prueba OPEN era de 4,8Km, repartidos en cuatro vueltas de 1,2Km. El circuito a priori no presentaba mucha dificultad, casi todo de hierba y sin desniveles exagerados, pero la combinación de un subir-girar-bajar constante hacía que la dureza fuera considerable.

Esta última semana ha sido, a nivel de entrenamientos, la peor en casi 9 meses. Entre recados acumulados y la molestia que arrastraba, solo salí a correr un día. Tuve que pasar por el fisio, David Barranco de FisioRunning Les Franqueses, que descartó cualquier problema grave y aproveché para hacerme una descarga de piernas, cosa que nunca había hecho. Por suerte, reanudé mis rutinas de abdominales, las cuales había abandonado últimamente.

Con este panorama y habiéndome acostado a las 3:00h de la mañana por una cena con amigos, llegaba a Canet de Mar en un día lluvioso que hacía aun más difícil el estar motivado para la competición. Conforme se acercaba la hora del inicio, el cielo se iba despejando y el encontrarme con el gran Pirata Agus, me inyectó la fuerza necesaria para no repetir la actuación de la semana pasada en Ripollet.

A las 12:30h se dio la salida con los 33 atletas participantes y enseguida cogí un ritmo alto que no había imaginado. Por desgracia solo lo pude aguantar una vuelta y poco a poco los giros iban saliendo más lentos, pero por poca diferencia. Al final llegué casi sin fuerzas y no pude disputar el sprint a un corredor que me había alcanzado en los últimos metros, acabando con un tiempo de 19'26" y 15º de la clasificación general.

Lo más importante es que la molestia desapareció y durante la prueba no dio señales de vida. Acabe muy contento ya que no esperaba el resultado obtenido dadas las circunstancias. Espero poder entrenar un poco mejor esta semana y estar a tope para mi gran reto que empieza el día 27.

CROS DE RIPOLLET

El año no ha empezado muy bien y hoy lo he podido comprobar en mi segunda participación en el Cros de Ripollet, una dura prueba de casi 6 kilómetros que se disputa en el Parc dels Pinetons de la localidad.

El parón de una semana por el fuerte constipado ha hecho que los músculos hayan perdido el tono y en los dos entrenamientos que he podido hacer antes de esta competición se me han sobrecargado como hacía tiempo no me pasaba. En las horas previas tenía molestias y dudaba en poder afrontar la carrera, pero como ya me perdí el cros de la semana pasada en Vic, he decidido que me lo tomaría como en entrenamiento rápido.

El circuito de esta prueba es bastante duro, con cambios de desnivel constantes e innumerables giros. Se compone de una vuelta pequeña de 950m (C) y dos giros al trazado más grande de 2350m (E).

A pesar de no llegar muy motivado, el haberme encontrado con Pere Pasamonte, un anfitrión de lujo, ha hecho que las ganas florecieran y la espera hasta el momento de la salida no se me hiciera eterna, ya que la carrera no empezaba hasta las 13:50h, una hora poco habitual.

En el calentamiento, las molestias han ido desapareciendo poco a poco y ayudado de un gel de calor, pensaba que en competición me podría olvidar de ellas, pero nada más empezar han vuelto a  aparecer y me he venido abajo. He bajado mucho el ritmo y me he dedicado a correr sin sufrir ni la más mínima gota. Las subidas las hacía casi andando y hasta un niño que siempre me anima en todos los croses, me ha dicho que dejara de pasearme. Como por delante no tenía a nadie al alcance y por detrás tampoco apretaban, los últimos metros han sido como si estuviera rodando para enfriar.

El tiempo al final ha sido de 25'56", un auténtico desastre comparado con el que hice hace 2 años, 23'16".

He tocado fondo y ahora toca reponerse de las molestias para llegar con las pilas cargadas al día 27, momento en el que empezaré la preparación para la Mitja de Montornès.

AÑO NUEVO: CAMBIO DE PLANES

El nuevo año ha venido acompañado por un gripazo que ha hecho que tenga que parar unos días de entrenar.

Llevaba ya 6 meses saliendo a correr cada día y mi cuerpo lo asimilaba de maravilla. Hasta había reducido los dolores musculares que aparecían siempre al principio de los entrenamientos. Estaba 'on fire', siempre encontraba algún hueco para poder realizar la sesión diaria. Tenía pensado seguir con la rutina hasta final de temporada, para así completar un año seguido.

Pero este fuerte catarro me ha hecho cambiar de planes y el descanso obligado, primero me desmoralizó, pero después, con mucho tiempo para pensar, me ha dado una nueva perspectiva para afrontar lo que resta de temporada.

He decidido que voy a preparar como nunca lo he hecho La Mitja de Montornès, que tiene lugar el 9 de Marzo, día de mi cumpleaños. Será una preparación de seis semanas, cada una de seis sesiones. En total 30 duros entrenamientos y 2 competiciones.

Esta vez voy a tener más en cuenta otros factores que normalmente siempre descuido, como la alimentación pre y post entrenamiento, la potenciación de las piernas mediante ejercicios de fuerza, la técnica de carrera y los estiramientos.

No me marco un objetivo concreto, solo con poder aguantar el ritmo de mi primo Isi ya me doy por satisfecho, pero si los entrenamientos salen como tienen que salir, no descarto lograr una mejora importante en mi marca personal.

De momento estoy haciendo un reset y estaré unos días más parado. Tengo que llegar con fuerzas físicas y mentales al primer día del plan, que será el 27 de Enero.

CURSA DELS NASSOS (BARCELONA)

Para despedir el año 2013, este Martes participé por sexta edición consecutiva en la Cursa dels Nassos de Barcelona.

El circuito, de 10Km, es muy plano y es perfecto para conseguir grandes marcas, salvo que se salga de muy atrás, ya que la participación es de más de 11000 personas y se forman aglomeraciones.

Este año, al no haber preparado ningún maratón en otoño y no llevar una planificación específica en los entrenamientos, llegaba sin ningún objetivo claro y otro catarro de última hora hacía que lo dejara todo a las sensaciones en carrera.

Como la carrera era por la tarde, a las 17:30h, y con esa poca presión, pude disfrutar de las horas previas con la familia comiendo en uno de los restaurantes preferidos de mi hijo, el RIBS.

Mi hijo con su plato preferido, las costillas

Hidratándome bien antes de la competición

Otra cosa poco habitual en mí fue que calenté casi 40' y la culpa de eso la tiene mi amigo Moha, al que me lo encontré mientras charlaba con algunos compañeros de Corredors.cat y me invito a hacer el calentamiento con él. No pude rechazar tal proposición y dimos unas cuantas vueltas por las inmediaciones mientras comentábamos, entre otras cosas, los pequeños problemas de salud que arrastrábamos.

Calentando con uno de los favoritos

Definiendo la estrategia de carrera

Una vez colocado en el cajón de salida, tenía decidido no salir muy rápido e intentar llegar con fuerzas a la segunda parte de la prueba, ya que en los anteriores años había sufrido mucho allí y sorprendentemente lo cumplí, reservando fuerzas los primeros kilómetros y apretando a partir del Km5, superando a muchos atletas y sintiéndome cada vez mejor. Pero no todo podía salir a la perfección y pasado el Km8, un dolor intestinal me frenó la progresión que llevaba. Por suerte no aflojé el ritmo, aunque no pude aprovechar el terreno favorable por la Diagonal para arañar algún segundo más.

Llegué a meta con un tiempo de 39'10", el 623 de la general y quedándome a 14" de la marca del año pasado, en el que había entrenado más específicamente.

Acabo el año con 3450Km, casi 600 más que el anterior y 272 horas dedicadas a este deporte que me tiene enganchado por completo.