No se por qué las suegras tienen tan mala fama.
Yo a mi suegra la adoro. Siempre ha sido una gran ayuda para mí en todos los aspectos de la vida.
- Si tengo alguna sobrecarga, allí está ella para darme un masaje.
- Si tengo que ir a una carrera y no tengo con quien dejar el niño, allí esta ella para cuidarlo.
- Si un fin de semana competimos mi hijo y yo, y mi mujer tiene que trabajar, allí está ella para madrugar y acompañarnos.
- Si tengo algún problema que me preocupa, allí está ella para escucharme.
- Si tengo alguna duda médica, allí está ella para aconsejarme.
En definitiva, mas que una suegra, la considero mi segunda madre.
No pues yo si le aceptaba un masaje si fuera mi suegra tambien!
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